El diamante Hope: El mejor amigo de la mujer a la que odies.


Muy conocido es el dicho de que "El mejor amigo de una mujer es un diamante", y estoy segura que muchas dan saltos de alegría cuando les regalan uno. (Entre las que NO me encuentro, todo sea dicho de paso). Pero también estoy segura que muchas se lo pensarían dos veces si les ofrecieran el diamante que nos ocupa: El diamante Hope.

Hope: El Diamante Maldito
Es originario de la mina Kollur ubicada en Golconda, India; tenia 112'5 quilates de peso original; y es de un precioso color azul a diferencia de la mayoría de los diamantes que son blancos/transparentes (Aquí cabe aclarar que los diamantes azules son muy raros de encontrar y que se dice que solo uno de cada 200.000 diamantes es azul) Pero su característica más notoria es quizás que, lejos de aportar "esperanza" a sus dueños, la gema causa el mal e incluso la muerte a aquellos que lo poseen.

La historia de esta maldición comienta cuando fué robado por un sacerdote del templo donde se hallaba en la la frente de una estatua de Rama Sita, ídolo hindú. El religioso fué torturado hasta la muerte.

Jean Baptiste Tavernier
Posteriormente, en 1642 la gema apareció de nuevo y fué comprada por Jean Baptiste Tavernier, mercader francés, por el cual se le dió su  primer nombre "Tavernier Blue"
J.B.Tavernier la vendió al rey Luis XIV en 1668. Pero cuando el mercader volvió a la India, para hacer fortuna para pagar las deudas de juego de su hijo, fué despedazado por una jauria de perros salvajes.

El joyero de la corte de Luis XIV, Sieur Pitau, lo talló dejándolo en 67quilates y lo engarzó en oro para que el rey lo usara a modo de collar en las ceremonias más importantes. Fué conocido como "French Blue". Del mismo modo Luis XV lo lucía como parte de la insignia de la Orden del Toisón de Oro hasta su muerte, tras la cual dejó de usarse como insignia.

La familia del rey y el propio Luis XIV tuvieron trágicos finales. Luis XIV murió abatido y su imperio fue destruido.
El rey Luis XVI se lo regaló en 1774 a la reina Maria Antonieta de Austria y ambos murieron en la guillotina. La princesa de Lamballe, heredera de la gema, murió golpeada por una multitud callejera. 

Durante la revolución francesa la gema es robada por unos soldados. La mayoría se acabaron matando entre ellos. Trascurrido el tiempo necesario para la prescripción del delito del robo, Guillot, uno de ellos, fué apresado cuando intentó venderla en 1796.


Aquí hay un periodo de incertidumbre, donde no queda clara la localización de la gema, pero se sabe que no reaparece hasta principios del XIX, cuando parece que el rey George IV de Inglaterra la compra (aunque no  hay constancia de esta compra en los archivos reales) . En 1830 el rey murió, dejando gran cantidad de deudas, que quizás fueran pagadas con la joya o quizás fuera robada por su última amante Lady Conyngham

Ese año la piedra se volvió a tallar hasta alcanzar su peso actual de 45'52 quilates (para que os hagáis a la idea del resultado final, tiene el tamaño de una nuez), y fué a parar a manos de un banquero londinense, Henry Philip Hope, quien dió nombre a la gema.

Pero Henry Hope, con mas o menos criterio, decidió no tentar a la suerte y se dice que contrató a un grupo de rosacruces para que hicieran una ceremonia mágica que exorcizara a la piedra. Casualidad o no, a Henry no le ocurrió ninguna desgracia, pero su familia corrió otra suerte....
Lord Francis Hope, nieto del sobrino del banquero la heredó, quedando posteriormente en bancarrota. En 1902, Lord Francis sufrió unos disparos que obligaron a amputarle la pierna, tras esto, decidió venderlo, asustado quizá por los desafortunados antecedentes.

Evalyn McLean con el diamante
El siguiente comprador fué Edward Beale McLean, quien en 1912 pagó por ella 180.000 dólares para regalársela a su esposa.
Poco después su madre y dos sirvientes murieron atropellados. Su hijo también murió atropellado pasado un corto espacio de tiempo; su hija murió por sobredosis de somníferos, el matrimonio se divorció, y el propio Edward acabó demente, y terminó sus días en un manicomio.

Su último dueño fué un joyero estadounidense (Harry Winston) que lo compró en 1958 y lo regaló al Instituto Smithsonian en Washington, donde permanece expuesto en una caja fuerte especial hasta el día de hoy en la sala "Harry Winston".

Pero el diamante no parecía dispuesto a cesar en sus correrías, y aprovechando que el bueno del señor Winston no tuvo otra brillante idea que enviar la joya al museo por correo ordinario, se cebó en el pobre cartero. Éste fué atropellado, su mujer murió de un infarto, su casa se quemó y su perro murió asfixiado con su propia correa.

A modo de curiosidades, decir que actualmente la gema y el collar que la acompañan están tasados en la nada despreciable cantidad de 100 millones de dólares y que ha sido expuesto en importantes museos como el Louvre y en Sudáfrica. En 2009 se le retiró temporalmente su montura original y fué expuesto individualmente.
Diamante Hope expuesto sin su montura.

1 comentario:

Klaus dijo...

Pues a mi me encantan los diamantes. Especialmente la historia de los diamantes. Agradezco este post.

Alguna vez me ha dado por leer historias de diamantes. Desde luego, hay bastante para leer:

http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_diamonds

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