La sabiduría en la muerte

En todos los momentos de la vida hay que saber aprender algo y encontrar su belleza. Bueno, y si en todos los momentos de la vida hay que hacerlo, porque habría dejar de hacerlo en la muerte.

Todo esto es para introducir esas obras de arte que todos desearíamos tener colgadas en el salón para darle un toque de elegancia a nuestras veladas. Y para ello nada mejor que autopsias.

Thomas Eakins realizo una obra maestra con esta clase magistral "The Agnew Clinic". Donde rinde homenaje al cirujano David Hayes Agnew que se retiraba de la enseñanza de la universidad de Pensilvania.
Thomas Eakins "The Agnew Clinic"
Enrique Simonet le dió otro enfoque en "La Autopsia" donde consiguió plasmar la belleza de la muerte como fuente de sabiduría.
Enrique Simonet "La Autopsia"
Pero en la enseñanza no siempre tiene que predominar la belleza, pero igual mejora si le añadimos un mono. O eso es lo que debió pensar John Banister mientras haciía esta tablilla didáctica.

John Banister
Rembrandt también hizo su representación de una lección de anatomía durante una autopsia.
Y aunque no se ajuste exactamente a lo que entendemos por autopsia también compartiré una obra sobre la singular belleza en la muerte.

Rembrandt "Anatomische les van Dr. Nicolaes Tulp"
Rembrandt "Le Boeuf écorché"
Por último no podía olvidarme de Jeroen Van Aeken, más conocido como El Bosco.
Tampoco se trata de una autopsia propiamente dicha, pues se trata de una intervención en un paciente vivo, pero teniendo en cuenta que con este tipo de operaciones la muerte no estaba muy lejos he considerado oportuno incluirla.
La obra en concreto se llama "La extracción de la piedra de la locura", una operación que realmente se realizaba en la que se pensaba que la culpable de la locura era una piedra incrustada en el cerebro que se podía sacar mediante una trepanación (agujereamiento el cráneo). Por supuesto la interpretación del Bosco se acerca más a la sátira que a la divulgación científica. 

El Bosco "Extraction of the stone of madness"


1 comentario:

Esperanza dijo...

No me había fijado en que había tantos cuadros con el tema de las autopsias, sí que dan para decorar un comedor :-P. El cuadro de Simonet lo conocía como "¡Y tenía corazón!", que tiene una combinación de misoginia y humor negro muy curiosa.

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