Inquietante Belleza

Hacía ya mucho tiempo que no se hablaba en este blog sobre la pintura y en Alicante Bizarro queremos seguir siendo de los pocos que si se nos habla de Artes Gráficas no piense en Photoshop o Instagram.

En este caso hablaremos de esos cuadros que muchas veces te da miedo mirar pero es imposible apartar la mirada de ellos. Esos cuadros que no por su perfección o por su belleza atraen sino porque parecen tener  magnetismo, cabiendo la posibilidad de que si lo miras fijamente el cuadro se pueda apoderar de tu alma.

Este tipo de cuadros no son característicos ni de un estilo o de un autor concretos aunque quizás podríamos decir que muchas veces si es más fácil encontrar estas inquietantes obras de arte dentro del simbolismo pictórico.

Die Toteninsel (Arnold Bocklin)
El primer cuadro que quiero comentar es posiblemente una de mis obras de arte favoritas, La Isla de los Muertos de Arnold Bocklin. La obra de Böcklin fué de las más valoradas de principios del siglo XX. llegando a decir Nabokov que en todas las casas de Berlin podías encontrar una obra suya. Este obra en concreto también adornaba las oficinas de Lenin o Freud (además de ser uno de los cuadros favoritos de Hitler, que estaría como una cabra el hombre pero hay que reconocer que en cuestiones estéticas pensaba a lo grande)
El cuadro se piensa que esta basado en el "Cementerio Inglés" de Florencia, donde se encuentra enterrada la hermana del autor, y la ubicación  en una isla hace referencia a la soledad sufrida por la perdida y el simbolismo del barquero hacia el más allá.

Franz Ritter von Suck fué otro de los autores representativos del simbolismo, y un artista del que vale la pena observar toda su obra detenidamente. 
Wilde Jagd (Franz Von Stuckt)
Su obra Wilde Jagd ( La cacería salvaje) tiene un halo de misticismo más allá de lo inquietante que resulta el lienzo por si solo. El Wilde Jagd es una tradición folclórica anglo-sajona y germánica, una versión de los cuatro jinetes del apocalipsis. Esta representada por unos cazadores fantasmales, y al frente de ellos, encabezando la cacería, deidades o legendarias figuras históricas.
La cacería salvaje es un símbolo que predice la llegada de una plaga y catástrofe, y en el mejor de los casos únicamente sera la muerte del que presencie la espectral cabalgata.
Hasta aquí parece simplemente un poco de folclore y poco más pero resulta más inquietante saber que Franz Von Stuckt finalizó el cuadro Wilde Jagd en 1889, el año de nacimiento de Hitler, y resulta más curioso la similitud del personaje central en este cuadro con el personaje histórico y más teniendo en cuenta el simbolismo asociado al Wilde Jagd.


Rosa Mística (Francisco Laporta Valor)
Y podría seguir mostrando infinidad de obras que parecen tener alma propia si no es apoderarse de la de uno mismo. Otros cuadros quizás tienen menos historia y sus autores menos renombre pero el aura creada por estos no deja de impresionar. El Alcoyano de principios del XX en su cuadro Rosa Mística es digno de mención, y más teniendo en cuenta que es un cuadro del que he podido disfrutar en persona. Y sino la Barca de Caronte del valenciano José Benlliure, o incluso la sorprendente Madonna de Edvard Munch siempre viviendo a la sobra de El Grito

Maddona (Edvard Munch)

La Barca de Caronte (José Benlliure y Gil)






2 comentarios:

Doktor Hernandeath dijo...

Saturno devorando a su hijo o El perro de Goya estarían en mi lista particular.

VultureKulture dijo...

Si, cualquiera de las Pinturas Negras de Goya se pueden incluir sin ningún problema.

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