Según el diccionario de la RAE, la adivinación es la acción de predecir lo futuro o descubrir lo oculto, por medio de agüeros o sortilegios.
Y aunque me parezca una definición un tanto burda, no voy a entrar en más detalles, porque todo el mundo sabe “qué es”. Mejor entro en materia con cosas más interesantes.
La adivinación se puede dividir, de una manera un tanto burda, en directa e indirecta.
Es decir, la adivinación directa es aquella en que la persona tiene una visión directa del futuro; mientras que la indirecta se corresponde con la interpretación de acontecimientos casuales (dibujos en la arena, disposición de los posos del té en el fondo de una taza, distribución de unas cartas elegidas al azar,….)
LA ADIVINACIÓN DIRECTA
-La premonición: En ocasiones, algunas personas, tienen, de manera imprevista, “la sensación de que algo va a ocurrir”. Esto puede ocurrir mediante una visión o un sueño, y es lo que se denomina premonición.
Existen determinadas personas “sensibles” a tener premoniciones correctas, éstas son denominadas “Psiquicas”.
La mayor parte de las “premoniciones desastrosas” son acerca de algún tipo de desastre.
Un ejemplo perfecto lo suponen las premoniciones acerca del famoso transatlántico Titanic.
Por si algún alma perdida no conoce la historia del barquito en cuestión es la siguiente:
El 10 de abril de 1912, el transatlántico Titanic, de la compañía inglesa White Star zarpa de Southampton hacia Nueva York en su viaje inaugural. Llevando desde la flor y nata de la aristocracia inglesa, a la clase obrera inmigrante.
El hasta la época mayor y más lujoso barco de crucero había sigo declarado insumergible debido a su novedosa construcción a base de sistemas estancos.
En la noche del 14 al 15 de abril, el buque choca contra un iceberg que le provoca una brecha de 90m el lado derecho.
Con unos 2230 pasajeros a bordo, y tan sólo 20 insuficientes botes salvavidas la tragedia era más que inevitable.
A las 2:30 de la madrugada el barco, desapareció en las profundidades, dejando unos 1500 cuerpos inertes (la mayoría de la tercera clase del barco) flotando en las gélidas aguas.
Pues bien, esta historia fue “predicha” unos 14 años antes por el escritos Morgan Robertson en su novela “Futility”. Donde narra la historia de cómo el mayor transatlántico creado por el hombre, el Titán, se hunde por el choque con un icerberg. Pero no sólo existen similitudes en la trama general, haciendo un análisis más exhaustivo encontramos más similitudes.
Nombre del buque | Titán (novela) | Titanic (real) |
Mes travesía/hundimiento | Abril | Abril |
Eslora | 275 | 267 |
Nº de hélices | 3 | 3 |
Velocidad máxima | 24 a 25 nudos | 24 a 25 nudos |
Nº máximo de pasajeros | 3000 | 3000 |
Nº pasajeros a bordo | 2000 | 2230 |
Nº botes salvavidas | 24 | 20 |
Estructura | 19 compartimentos estancos | 15 compartimentos estancos |
Nº motores | 3 | 3 |
Tipo de rotura | Estribor del casco | Estribor del casco |
¿Casualidades?.... Puede ser.
Pero no deja de ser curioso que del mismo modo, Morgan escribió la novela de 1914 titulada 'Más allá del espectro”, pronóstico de una futura guerra entre Estados Unidos y Japón, incluyendo un ataque furtivo de los japoneses.
La historia coincide con el enfrentamiento de USA y Japón en la Segunda Guerra Mundial y el ataque a Pearl Harbor por parte de ese país asiático, hechos ocurridos años después de la publicación del libro.
Otro caso famoso de premonición fue protagonizado por Abraham Lincoln.
Obviando el hecho de que se dice que cuando él era pequeño soñó que se convertiría en un hombre famoso en todo el mundo, es más notorio el hecho de que a principios de 1865 soñara con su propia muerte.
En el sueño, oyó llorar en la Casa Blanca. Fue a la habitación Este y vió un cadáver yacente, al que estaban velando.
Lincoln preguntó quién era el muerto. Un soldado le contestó: “Es el presidente, lo han asesinado”.
En abril de 1865 Abraham Lincoln murió de varios disparos en un teatro en Washington. Su cuerpo fue expuesto en la habitación Este de la Casa Blanca.
Por último quisiera exponer la premonición de la erupción del Krakatoa.
Sobre las 20h de un día de agosto de 1883, Edwar Samson, redactor de un periódico en Boston se quedó dormido en su escritorio.
Durante el sueño, vio a miles de personas correr hacia el mar, intentado huir de olas de lava hirviendo. Vió barcos aplastados por enormes olas y una explosión volcánica final que destruía la isla.
El sueño fué tan real, que al despertar decidió escribirlo y guardarlo en su escritorio.
El director de periódico lo halló al día siguiente, y pensando que era un suceso real lo público en la siguiente edición.
El periodista al enterarse, aclaró que solo se trataba de un sueño que habia tenido.
Pero días más tarde les llego la noticia de una isla cercana a Java en el océano Pacífico.
La misma noche del sueño de Samson, el volcán Krakatoa entra en erupción, acabando con una explosión cataclísmica que voló la isla en pedazos. Murieron más de 36000 personas y docenas de barcos se hundieron bajo una ola gigantesca.
“Casualidades” como éstas en las cuales una persona prevé un hecho, hay cientos a lo largo de los años, pero no me corresponde a mí, si no a vosotros decidir acerca de si estos acaecimientos son casuales o por el contrario son fruto de mentes sensibles.
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