Han pasado 8 años desde que Dimmu Borgir, nos deslumbrara con aquel maravilloso Abrahadabra, y los que los hemos seguido durante toda su carrera estabamos ansiosos por saber que depararía este nuevo trabajo.
Hasta mayo tendremos que esperar para que lancen su nuevo disco Eonian, pero ya podemos hacernos una idea de lo que nos espera con su primer single Interdimensional Summit.
Con el titulo de esta canción, Dimmu Borgir han conseguido reflejar todo lo que la canción representa. Algo muy rimbombante pero que carece de significado claro y hace altamente confusa esta "Cima Interdimensional".
Empezaré por lo bueno de este single, y hay que decir que el resto de las canciones del disco sólo pueden ir a mejor. Ya lo hicieron en su momento los Beatles sacando singles de sus canciones más extrañas. Aunque lamentándolo mucho no creo que en esta ocasión su sello, Nuclear Blast, haya optado por una opción tan poco comercial.
El otro punto bueno de este disco es que habiendo sacado Therion su escalofriante Beloved Antichrist, no puede haber disco peor este año (¿Mago de Oz no sacaban disco en 2018, no?). Cuando coja fuerzas ya entraré a comentar el lanzamiento de Therion, pero es que realmente siento como se me encoje el estómago y se me crispan los nervios de plantearme escucharlo con detenimiento.
Centrándonos en los chicos de Sagrath, hay que decir que no es tan horrible este adelanto, pero sí es un claro quiero y no puedo. Intentando seguir en la linea de sus cada vez más complejas creaciones no han sabido ver que estaban cerca del precipicio.
No me malinterpreteis, no es un tema difícil de escuchar, por el contrario es de lo más comercial que han hecho en toda su carrera. Es como si los monjes gregorianos que hacían versiones de pop hubieran versionado un disco de Dimmu. Lo que si han conseguido que haya un estribillo coral bastante pegadizo a la altura de "La barbacoa, la barbacoa, como me gusta la barbeque".
No me malinterpreteis, no es un tema difícil de escuchar, por el contrario es de lo más comercial que han hecho en toda su carrera. Es como si los monjes gregorianos que hacían versiones de pop hubieran versionado un disco de Dimmu. Lo que si han conseguido que haya un estribillo coral bastante pegadizo a la altura de "La barbacoa, la barbacoa, como me gusta la barbeque".
Nunca una canción de menos de 5 minutos se me ha hecho más repetitiva. Sobre todo cuando han usado más instrumentos y samplers que el más suntuoso grupo progresivo de los 70. Ni siquiera las voces claras consiguen levantar el tema, sobretodo porque no hay ninguna (que vuelva Vortex o Snowy porfavor) haciendo que los medios tiempos inciten más a la siesta con pijama y orinal que a invocar a satán. Tampoco es que cuando no estén en esos puntes musicales haya una velocidad endiablada, sólo un ritmo bastante machacón y simple. Las letras no entro a valorarlas porque es como valorar la prosa en un cómic de Marvel.
En resumen, muy decepcionante, quizás por la hasta ahora bastante innovadora y siempre en tendencia ascendente trayectoria que nos había creado falsas esperanzas. Pero una cosa esta clara, si no conocias a Dimmu Borgir o sólo tienes un par de discos, creo que será preferible buscar en el baúl de los recuerdos y no arriesgarse con este nuevo lanzamiento.
Y aquí la prueba del delito:
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