Desde la aparición del conde en París en 1740, éste fué acogido por la sociedad Parisiense donde se volvió un personaje muy notable siempre en compañía de distinguidos escritores, filósofos, científicos, masones y aristócratas. Delante de todos ellos, hacía gala de sus múltiples talentos. Era un gran pianista, violinista y cantante. Un lingüista que hablaba más de 9 idiomas entre los que se incluía el sánscrito y el griego antiguo. También era un reconocido artista, historiador y alquimista.
Milagro bodas Caná |
A pesar de sus innumerables habilidades, lo que más asombraba a los que le rodeaban, eran sus insinuaciones sobre haber vivido miles de años. Una noche en concreto, cuando la conversación se dirigió hacia temas religiosos y se le pidió al conde que diera su opinión, comenzó a relatar historias como si hubiera conocido a cristo personalmente, describiendo el milagro de convertir agua en vino de las bodas de Caná como un simple truco para niños. Sin embargo, para finalizar la conversación y con un tono mucho más serio y casi melancólico añadió: "Bendita la ignorancia de los que tratan de descifrar a Dios en conversaciones de beodos, cuando otros llevamos miles de años sin comprender nada".
Su supuesta longevidad siempre fué puesta en duda, y cuando el Conde de St. Germain aseguraba haber conocido a personajes como Cleopatra o Enrique VIII, algunos historiadores le preguntaban sobre detalles muy precisos y en cierto modo nimios. Para sorpresa de los incrédulos, el conde siempre conseguía responder con gran certeza y exactitud.
En una reunión de la alta sociedad, el conde fué presentado a la Condesa Von Georgy, una mujer de edad avanzada. Ésta inmediatamente lo reconoció como un noble al que conoció en Venecia hacia 45 años, en su época de embajadora. St. Germain le comentó a la condesa el placer que fué tocar para ella el violín y lo bella que era de joven. Esta respondió que era imposible que él fuese la misma persona, que debería tener 100 años y sin embargo aparentaba tener los mismos que hace 45. El conde a todo ello simplemente sentenció: "Pues parece ser que no es tan imposible".
Representación del Kit Kat Club |
En 1743 se fué a Londres, donde pasó dos años, durante los que se dedicó a realizar diversos experimentos científicos y alquímicos. En este período se relacionó con el selecto "Kit Kat Club" un club de nobles e ilustrados con alto poder político.
El conde consiguió maravillar a este selecto club hablándoles de los inventos en los que trabajaba, el tren y el barco de vapor. Todo esto fué 20 años antes de que fuera presentado el prototipo de la máquina de vapor por James Watt. Casualidad o no, James Watt perteneció al club Kit Kat.
El conde consiguió maravillar a este selecto club hablándoles de los inventos en los que trabajaba, el tren y el barco de vapor. Todo esto fué 20 años antes de que fuera presentado el prototipo de la máquina de vapor por James Watt. Casualidad o no, James Watt perteneció al club Kit Kat.
En 1745 el conde fué apresado por espía, y acusado de conspirador contra el trono. En aquella época de exacerbada xenofobia, donde especialmente a los franceses se les consideraba conspiradores contra el régimen, fué llamativa su excarcelación. Existe posibilidad de que ésto no fuera un simple golpe de suerte, si no más bien fruto de la sugestión hipnótica para convencer a sus carceleros sobre su inocencia. Esta hipótesis es más plausible aún cuando el mismo Anton Mesmer, padre del Hipnotismo aseguró algunos años después que conocía al conde. Según Mesmer, era un hombre con un gran conocimiento del funcionamiento de la mente humana, y él mismo había sido responsable de enseñarle el arte de la hipnosis.
Después hay un período donde sólo existen apariciones puntuales, Rusia, la India e Italia donde estableció una fabrica en Venecia de seda sintética en 1769. En 1774 volvió a París donde avisó a Luis XVI y a María Antonieta de lo que él describió como "una conspiración gigante" y que acabaría siendo la Revolución Francesa.
En 1784, el príncipe Frederick Charles de Hesse anunció la muerte del conde de St. Germain. Y que sería enterrado en Eckenförde en Alemania, junto a la frontera danesa. Al entierro acudieron reconocidos altos miembros francomasones y ocultistas prominentes, además de Anton Mesmer. Parecía que si al final St. Germain había muerto, quizás había sido un charlatán con grandes dotes sociales, pero sin embargo ¿Quién dijo que la muerte era definitiva?.
Y próximamente en este mismo blog, más sobre el misterioso conde de St. Germain.
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