En 1966 la construcción en Mexico de una presa borró de la faz de la tierra una iglesia del siglo XVI, abandonada en 1770 por los monjes dominicos que la erigieron, a causa de las plagas.
El templo, ocultado bajo las aguas durante más de 40 años, ha emergido a causa de unas terribles sequías en la zona. El nivel del agua ha bajado unos 25 metros dejando semi al descubierto la iglesia y creando una estampa digna de ver.
La naturaleza es muy sabia y es capaz de recordarnos la belleza de cosas que nosotros damos por inútiles.
Seguramente esta edificación no ha sido tan bella ni en el día que se terminó su construcción.
Algo bueno tenia que tener el cambio climático, aparte de la inminente destrucción de la humanidad.
Pictures: David Von Blom