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Historia del Heavy Metal XI (Black Metal I)
Hoy le toca al Black Metal. Quizá le dedicaré más de lo que en realidad le correspondería, pero es lo que hay, para eso lo escribo yo! Primero decir que he rectificado la historia del Death Metal para anyadir la sugerencia de Klaus, que no sé cómo se me pudo escapar. Bueno, empezamos.
A principios de los 80 con la misma raíz que el Thrash empezaron a surgir grupos pioneros en lo que se llamó Black Metal. Venom, para muchos, los creadores del thrash (como vimos en la parte VIII) fueron los acuñadores del término. La temática de las canciones, lo que en sus inicios más les diferenciaba del thrash: en vez de muerte y destrucción, muerte y satanismo (y anticristianismo).
Bathory desde Suecia (el sonido es lo que hay) y Celtic Frost de Suiza (y su grupo inicial, Hellhammer), fueron las otras dos bandas asociadas al Black Metal primitivo (ambos de 1984). Bathory más tarde evolucionaron hacia un sonido más suave como pioneros de lo que se llamó Viking Metal.
Pero no era realmente Black Metal tal y como se entiende hoy en día. Ese Black Metal tiene un país de origen muy claro: Noruega. Mayhem y Burzum sobre todo junto con Immortal, Emperor, Darkthrone, Gorgoroth… son los grupos que a finales de los 80 principios de los 90 sentaron las bases. Primero, musicalmente: más disonancia, estructuras inusuales en las canciones, distorsión, batería ultra-rápida con doble bombo a punta pala (y muchas veces más sonando como una metralleta que aportando ritmo real) y muy pocos solos de guitarra (nada que ver con el thrash). Y la voz, siguiendo los pasos del Death Metal, pero en un tono generalmente mucho más agudo anyadiendo chillidos y regurgitaciones varias. Para redondear, evidentemente, tenía que venir una estética acorde. Y vaya si vino. Pentagramas y cruces invertidas, que no eran nuevas y todo tipo de símbolos paganos o satánicos... o que al menos lo parecieran. El negro se convirtió en el único color posible para la ropa, los pinchos del heavy metal adquirieron proporciones ridículas, se anyadieron cotas de mallas y armas medievales y, por supuesto caras pintadas de blanco y negro siguiendo los pasos del gran King Diamond (del que ya hablamos).
Immortal reflejan bastante bien la idea general
Por cierto, creo que también con Venom como precursores, los miembros de las bandas de Black metal empezaron a utilizar pseudónimos normalmente solamente una palabra. Ya imagináis que tipo de nombres salieron, desde nombres tipo malo de Senyor de los Anillos y todo sonando muy nórdico (“Shagrath”, “Samoth”, “Abbath”… sí, las “th” salían a cascoporro) a cosas menos sutiles (“Dead”, “Cadaveria”, “Pest”, “Infernus”). Los nombres de los grupos también siguen esta tónica como ya habréis visto.
Y en este ambiente hay que encuadrar la bonita historia que cuento a continuación en la que música se mezcla con amistad, amor y buenos sentimientos. Empecemos, con Mayhem, una de las grandes pioneras y creadores del sello que empezó a publicar este género. Su primer álbum es Deathcrush en 1987. El cantante de esta bonita melodía es “Dead”, que en 1991 se suicidó cortándose las venas y pegándose un tiro (por si una de las dos fallaba, supongo). En la nota de suicidio pidió perdón por la sangre y por disparar bajo techo. El caso es que su companyero de grupo Euronymus al ver el percal, en vez de llamar a la policía, fue a una tienda a comprar una cámara de fotos para inmortalizar la ocasión. Las fotos, por cierto, salieron en la portada de un bootleg aunque no era la intención. Se rumoreó que Euronymus también utilizó el cerebro de su companyero para hacerse un estofado y que cogió trozos de la calavera para hacer collares. En una entrevista desmintió que se comiera el cerebro de su colega, aunque lo pensó, pero confirmó que hizo collares que regaló a quien él considerara que lo valía.
Euronymus se consideraba a si mismo satanista, pero no el satanismo formal de LaVey en que se anima al individualismo, sino que adoraba todo lo que fuera en contra del cristianismo y se considerara aberrante y fuera de las convenciones sociales. Así se mostraba amigo de violaciones y asesinatos.
Un colega, Varg Vikernes aka “Count Grishnackh”, colaborador en Mayhem y fundador de otra de las bandas pioneras, Burzum, tenía otras ideas. Él iba más por el paganismo. Es decir, adoraba a los antiguos dioses vikingos y aborrecía que el cristianismo hubiera acabado con aquello. De adolescente Vikernes jugueteó con las ideas nazis. Vivió en Irak una temporada donde su padre trabajaba para Saddam Hussein haciendo software mientras él montaba bronca en el colegio (un nazi en un colegio lleno de musulmanes, imaginad). El caso es que, de vuelta en Noruega, su activismo anti-cristiano encontró una forma de expresarse quemando iglesias. Sí, no muy original. Además lo tenía fácil porque resulta que las iglesias noruegas son completamente de madera. Además el tío no se cortó un pelo y puso la foto de una de las primeras iglesias quemadas como portada de uno de sus discos. Por cierto, Burzum respecto a música, introdujeron elementos repetitivos y con un toque atmosférico que muchos imitarían muchos en el género:
En el juicio fue declarado culpable del asesinato y de la quema de monumentos. Si el jurado hubiera tenido dudas, se les quitaron cuando vieron la cara del convicto al escuchar la sentencia.
Sí, no he hablado mucho de música... de la cual hay que hablar bastante, pero lo dejaré para la próxima edición.